“EL OTRO”, DE JORGE LUIS BORGES

 

 

TÍTULO: “El otro”

AUTOR: Jorge Luis Borges

AÑO DE PUBLICACIÓN: 1972

NACIONALIDAD DEL AUTOR: Argentina.

Quizás sea un acto irresponsable tratar de hacer algún comentario sobre este respetadísimo y venerado autor, pero a la vez sería irresponsable omitirlo, así que me hago responsable por su mal interpretación, aunque no pretenda interpretarlo, solo comentarlo desde mi inexperta opinión.

El otro, el espejo de borges, la dualiad
Imagen tomada de Internet (Google imágenes)

Es un cuento y no una novela corta, primero, porque se centra en una situación; es una narración breve, el espacio y el tiempo son reducidos y se centra en una anécdota, (recuerdo). Hay pocos personajes, (solo dos), que son los mismos; el ritmo de la narración es  alto e intenso, esta escrito en primera persona y en tiempo pasado.  Narra el encuentro entre un Borges Joven, de 19 años, y un Borges viejo y ciego, de 70, que es quien escribe y narra los hechos.  Al parecer, el desdoblamiento, el tema de la dualidad, o la conversación con el “alter ego”, (el otro Yo), es un hecho constante en la obra de Borges, también está presente en “Borges y yo” de El Hacedor, y en innumerables párrafos y demás escritos en que hace referencia al tema de la dualidad o del “otro yo”. La anterior referencia me recuerda un texto: “El yo dividido” de Ronald Laing, que es una descripción de la esquizofrenia desde un punto de vista subjetivo, por lo que el tema central de este cuento, y la recurrencia del tema en otros escritos y referencias de Borges, hace que sea una apología, o una mención disfrazada sobre la esquizofrenia, quizás no de forma consciente, pero si reiterada.

Este cuento, se desarrolla al mismo tiempo en dos lugares y en dos épocas diferentes; por un lado, se desarrolla en Cambridge, Estados Unidos, en 1969 y al mismo tiempo en Ginebra, Suiza, a unos pasos del río Ródano.

Al principio del cuento, Borges es claro en afirmar el lugar y la época de los hechos: “El hecho ocurrió en el mes de febrero de 1969, al norte de Boston, en Cambridge.  No lo escribí inmediatamente porque mi propósito fue olvidarlo, para no perder la razón.”

Digo que el cuento se desarrolla en dos lugares y tiempos diferentes porque más adelante, al entablar la conversación con ese joven muchacho, que se sentó al lado de él, le dice:

Usted se llama Jorge Luis Borges. Yo también soy Jorge Luis Borges.  Estamos en 1969, en la ciudad de Cambridge.  – No- me respondió con mi propia voz un poco lejana.  Al cabo de un tiempo insistió: -Yo estoy aquí en ginebra, en un banco, a unos pasos del Ródamo.

Además del tema del desdoblamiento, de la dualidad o del “otro Yo” presente en el cuento, también es recurrente la mención que hace sobre Heráclito, el tiempo y el devenir: “Ningún hombre baja al mismo río dos veces, pues no es el mismo río y él no es el mismo hombre” *(Costa, 2011, p. 79)

Otro hecho que me parece relevante de este cuento, es el gran carácter autobiográfico que tiene; concuerda con la vida de Borges al afirmar que es argentino; “-Señor, ¿usted es oriental o argentino?  -Argentino,  pero desde el 14 vivo en Ginebra- fue la contestación.”

Además, nos cuenta a través de la conversación con él mismo cosas íntimas:

            ¿No querés saber algo de mi pasado, que es el porvenir que te espera?

….-Madre está sana y buena en su casa de Charcas y Maipú, en Buenos Aires, pero padre murió hace unos treinta años.  Murió del corazón.  Lo acabó una hemiplejia; la mano izquierda puesta sobre la mano  derecha era como la mano de un niño sobre la mano de un gigante.  Murió con impaciencia de morir,  pero sin una queja….

En la vida real, “los Borges llegaron a Suiza en 1914 y se quedaron hasta 1919. Su padre murió el 24 de febrero de 1938”**,  (Costa, 2011, p. 76) concuerda exactamente con la fecha en que está narrando la historia, por tanto, se trata de una historia de ficción, que  está estrechamente ligada a su vida y su pensamiento.

También se puede resaltar algunos libros que como él mismo menciona, tenía en el armario de su casa a sus 19 años:

…Hay dos filas de libros.  Los tres volúmenes de las mil y una noches de Lane, con grabados en acero y notas   en cuerpo menor entre capítulo y capítulo, el diccionario latino de Quicherat, la Germania de tácito en latín y en la versión de Gordon, un Don quijote de la casa Garnier las Tablas de sangre de Rivera Indarte, con la  dedicatoria del autor, el Sartor Resartus de Carlyle, una biografía de Amiel y, escondido detrás de los demás un  libro en rustica sobre las costumbres sexuales de los pueblos balcánicos….

En fin, este cuento es una conversación con él mismo, (una intromisión) que indaga sobre el tema de la dualidad y el continuo devenir representado por Heráclito.

 

Siguiendo la temática de los comentarios o análisis que hasta ahora he publicado en ésta página, sería interesante hacer algún comentario sobre El “enigma”  el “el misterio”, y el “secreto” en este cuento, al igual que analizar el tipo de estructura, si es “aristotélica, minitrama o arquitrama.

Pues bien, en lo referente al enigma, es decir, un sentido que es necesario descifrar, se podría generalizar el hecho de saber quién es ese otro con quien Borges está hablando, quien es ese joven que le hace severas objeciones para demostrarle que puede estar soñando. El Misterio, que es un elemento que no se comprende, porque no tiene explicación lógica, se podría identificar  en el hecho de ese extraño encuento entre dos seres que son los mismos, pero en diferentes tiempos, es una violación a la realidad, un desafío a la lógica y al tiempo, un viaje al pasado y al futuro de Borges.

 

Nota: con respecto a las apreciaciones y comentarios que hago a título personal, se aceptan criticas, correcciones y comentarios respetuosos, ya que como se mencionó al inicio de este escrito, no soy un comentarista experto, ni mucho menos infalible..

* Rolando Costa picazo. Jorge Luis Borges, Obras completas, Tomo III: Edición crítica – 1ª ed. Emecé, 2011

 **Rolando Costa picazo. Jorge Luis Borges, Obras completas: Edición crítica – 1ª ed. Emecé, 2011