Momo, de Michael Ende.

Novela: Momo

Década de publicación: 1972

Autor: Michael Ende

Nacionalidad del Autor: alemán.

Lo primero que tengo que decir sobre “Momo”, es que no es una novela infantil, para mí, esta novela esta escrita para adultos, y más aun para los adultos que como yo, pasamos nuestros días, nuestros meses y nuestros años tratando de tener una mejor calidad de vida en términos económicos, gastando nuestro tiempo en cosas fútiles, banales, (Ahorrar dinero para la casa, para el carro, para el viaje), y renunciando a lo que para mí, es lo verdaderamente importante en la vida como lo es el compartir con un ser querido, el jugar con nuestros hijos, el visitar a un amigo que apreciamos, esos simples hechos, tan cotidianos y tan simples, son en realidad de una importancia incalculable, al punto que solo nos damos cuenta de ello, cuando perdemos a una persona, o cuando ya no podemos compartir el tiempo con quien quisiéramos y  como quisiéramos.Imagen tomada de internet. Google Imágenes.

MOMO

“Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo”. (segunda parte. Capítulo VI).

Narrada en tercera persona, un narrador omnisciente que todo lo sabe, que esta en la cabeza de momo, que sabe de la tristeza que sintió al perder a sus amigos, que narra la soledad que sintió al no ser visitada por nadie; y es allí, donde el libro me impacto, me impacto porque me imagine a mi familiar, a mi hermana, a mi madre, a mi abuelo, a mi abuela, que ya no visito ni llamo, que ya no le dedico tiempo, y ello me despertó un sentimiento atroz, desgarrador.

En mi percepción, esta novela requiere tiempo, requiere dedicación y una profunda reflexión acerca de una cantidad de símbolos que a diferencia de mi pobre lectura, otros lectores mucho más avezados podrían identificar; descifrar tanta simbología que a mi parecer se presenta en esta novela; por ejemplo “Casiopea” la tortuga, que representa la lentitud, al contrario de los hombres de gris, que representan la velocidad, el ahorro de tiempo y por qué no, representan a Aquiles, y con ello, se evoca la inmortal paradoja de Zenón de Elea, que cabe perfectamente aquí, como una evocación que merece resaltarse.

Lo anterior, me remite necesariamente a  una recopilación de textos de Borges1 . Donde se pone de presente que el tiempo y el espacio no son más que unas concepciones idealistas, necesaria la una de la otra, ya que no se concibe el tiempo sin el espacio o viceversa, y la quizás inaceptable imposibilidad del movimiento, al aceptar, quizás de forma inocente, que para que exista movimiento, es necesario superar un intervalo, pero que ese intervalo es infinito, ya que se puede dividir y subdividir infinitamente, y por ello, es imposible que se de el movimiento: miremos como  lo explica Borges:

Aquiles corre diez veces más ligero que la tortuga y le da diez metros de ventaja.  Aquiles corre esos diez metros, la tortuga corre uno; Aquiles corre ese metro, la tortuga corre un decímetro; Aquiles corre ese decímetro, la tortuga corre un centímetro; Aquiles corre ese centímetro, la tortuga un milímetro; Aquiles el milímetro, la tortuga un décimo de milímetro, y así infinitamente, de modo que Aquiles puede correr para siempre sin alcanzarla.

Me parece que la novela está perfectamente construida, y que cada elemento ha sido puesto de manera premeditada. El ejemplo anterior de la paradoja de Zenón de Elea, para un niño podría pasar inadvertido, por no tener el suficiente conocimiento acerca de las diferentes posturas filosóficas que se han planteado frente al tiempo, como la mencionada paradoja de “Aquiles y la tortuga” por tanto, “Casiopea” pasaría por inadvertida. Pero aun queda por comentar a que hacen referencia las “flores horarias”, el “maestro hora”, “la casa de ninguna parte”, en fin, hay una cantidad de alusiones que considero no son meras invenciones al azar, sino que más bien, corresponden, como el caso de la tortuga, a conceptos y vivencias previamente analizados o tratados por otros.

Luego, viene el acertijo que el maestro hora le enseñó a Momo:

“Tres hermanos viven en una casa: son de veras diferentes; si quieres distinguirlos, los tres se parecen: El primero no está: ha de venir. El segundo no está: ya se fue. Sólo está el tercero, menor de todos; sin él, no existirían los otros. Aun así, el tercero sólo existe porque el segundo se convierte el primero. Si quieres mirarlo no ves más que otro de sus hermanos. Dime pues: ¿los tres son uno?, ¿o sólo dos?, ¿o ninguno? Si sabes cómo se llaman reconocerás tres soberanos. Juntos reinan en un país que ellos son.  En eso son iguales.
—¡El futuro! —gritó Momo—. El primero “no” no está: ha de venir: es el futuro. —Y el segundo —prosiguió Momo ”no” está: ya se fue: es el pasado. —Pero ahora —dijo Momo pensativa—, ahora se vuelve difícil. ¿Quién es el tercero? Es el menor de todos, sin él no existirían los otros, dice. Pero es el único que está. Reflexionó y exclamó de repente: —¡Es ahora! ¡Este instante! El pasado son los instantes que ya han sido y el futuro son los que han de venir. Así que los dos no existirían si no hubiera presente. Eso es verdad.
A Momo empezaban a encendérsele las mejillas por el esfuerzo. Continuó: —¿Pero qué significa lo que viene ahora? Aun así, el tercero sólo existe porque en el segundo se convierte el primero… Eso quiere decir que el presente sólo existe porque el futuro se convierte en pasado. Miró, sorprendida, al maestro “Hora”. —¡Es verdad! Nunca se me había ocurrido. Pero entonces, en realidad, no existe el instante, sólo el pasado o el futuro. Porque ahora, por ejemplo, este instante… cuando hablo de él ya ha pasado. Ahora entiendo lo que quiere decir.

Ya para finalizar y para no hacer más aburrido y extenso este mediocre comentario, lo único que me queda por decirles es que disfruté dicha novela porque llega en un momento de mi vida en el que he olvidado lo verdaderamente importante.

__________________________________________________________________________________1. que contiene el libro titulado “Discusión” (Borges, 1932), para con ello, releer “La Perpetua Carrera de Aquiles y la Tortuga (Borges, Obras completas, Tomo I. 1923 -1949. Edición crítica. Editorial Emecé. 2014)