El nombre de Estanislao Zuleta aún permanece en el anonimato en gran parte del pueblo colombiano; hace apenas nueve o diez años; (2007, 2008), era casi que imposible encontrar referencias de su nombre en la Internet. Ahora, a principios de 2017, se hace más fácil referenciar algunas obras o biografías sobre su pensamiento y su vida; |
Más aún, cuando escritores como JORGE VALLEJO MORILLO y su biografía titulada “LA REBELION DE UN BURGUES” (Norma, 2006) o ALBERTO VALENCIA GUTIÉRREZ con su obra “ESTANISLAO ZULETA O LA VOLUNTAD DE COMPRENDER” (Hombre nuevo editores, 2005) marcaron un hito importante en cuanto a su vida y obra, al igual que los comentarios del escritor William Ospina, amigo, y conocedor de primera mano de este gran pensador.
Conocer el pensamiento de Estanislao Zuleta es abrir un abanico de posibilidades de conocimiento sobre autores Clásicos de la literatura universal; su aguda y refinada comprensión lectora lo llevó a dictar conferencias magistrales sobre autores específicos como Thomas Mann, Miguel de Cervantes Saavedra, Federico Nietzsche, León Tolstoi, Sartre, de Greiff, Marx, Sigmund Freud, Kafka, entre muchos otros; su pensamiento siempre pareciera partir de una fuerte influencia Freudiana, lo cual hace único y enriquecedor el análisis crítico de las obras literarias, además del psicoanálisis, también tenía fuertes bases con la obra cumbre de Marx; “el capital”; de manera que el psicoanálisis, y el marxismo ocuparon una parte fundamental en su vida, este último, valga la aclaración, alejanda de toda concepción dogmática o leninista de la que se apartó y con las que nunca estuvo de acuerdo, y que a su vez, critico diciendo que se trataba de una mala interpretación de esta obra.
Estanislao Zuleta nace en Medellín, el 3 de febrero de 1935 y muere en Cali, el 17 de febrero de 1990. Durante su corta vida y mediante diferentes Universidades, entre ellas la Universidad del Valle, logro cautivar y provocar la pasión por las letras, por el arte, por la cultura, y en general por la educación y por un sentido diferente de la vida; Cuentan quienes lo conocieron y quienes tuvieron el privilegio de asistir a sus conferencias, que sus clases, no se dictaban en salones, sino en auditorios o paraninfos de la universidad, por el gran número de asistentes. Entre una de las características más importantes de su vida, está la rebeldía contra las instituciones de educación, y contrario a lo que se pensaría, su erudición y cultura, se debió a una educación autodidacta y carente de títulos y reconocimientos como grados, postgrados, especializaciones y de más; al punto que ni siquiera termino su bachillerato, y el único título que logro obtener en su vida, fue un doctorado Honoris Causa que la Universidad del Valle le concede en 1980, en psicología.
Estanislao Zuleta abandona el colegio a la edad de 16 años, cuando cursaba apenas cuarto de bachillerato, ya que según él, esto le quitaba tiempo para leer y estudiar, en especial “La montaña mágica” de Thomas Mann, libro que marco su vida. El ambiente hostil que le producía la educación tradicional basada en las instituciones y en la reproducción de datos que otros habían pensado y que evitaban la angustia de pensar por uno mismo, fueron sus argumentos para desconfiar de ese tipo de educación, y en su reemplazo, se la pasaba horas en la biblioteca, leyendo temas de su interés y estudiando por su cuenta.
Como maestro en la Universidad del Valle, algunos de sus estudiantes recuerdan que al comenzar la cátedra, les decía: “ya tienen un tres por existir, cuatro por asistir, y cinco por insistir”, así que el que no quisiera volver a sus clases, ya tenía ganada la materia con un tres, pero a pesar de eso, su capacidad oratoria y la forma apasionada de transmitir el conocimiento, hacía que los estudiantes no se perdieran una sola palabra de las pronunciadas por Zuleta.
Al hacer de su vida un claro y vivo ejemplo de la educación autodirigida, alejada de instituciones y formalismos, logró hacerle una crítica al sistema educativo: Decía:
“La educación, tal como ella existe en la actualidad, reprime el pensamiento, trasmite datos, conocimientos, saberes y resultados de procesos que otros pensaron, pero no enseñan ni permite pensar. A ello se debe que el estudiante adquiere un respeto por el maestro y la educación que procede simplemente de la intimidación”.
Para los años setenta, en Medellín, se habían formado diferentes grupos de estudio de “el capital” obra más importante de Marx, de los cuales hacían parte estudiantes de diferentes profesiones de la Universidad Nacional, profesores y todo tipo de interesados en hacer parte del proyecto revolucionario por medio de las ideas y el conocimiento, es decir, sin las armas; y cuyo máximo exponente y director era Estanislao Zuleta, quien era admirado y venerado por los demás, hasta el punto de generar expectativa como una figura “mítica” en el sentido de poco común, extraordinaria, y genial por su vasta cultura y conocimiento. Este proyecto de revolución intelectual, se empezó a desvanecer con el tiempo y los grupos de estudio se redujeron a una mínima parte de la cual hacía parte el propio Estanislao, y junto a él, giraba un grupo de curiosos que querían alimentar su cultura con el amplio conocimiento que destilaba en cada palabra que pronunciaba.
Cuenta Marco Aurelio Arango Pérez, uno de los asistentes a estos grupos de estudio, y, quien acaba de publicar “Recuerdos de Estanislao Zuleta y otros relatos” que en esas reuniones, se le dedicaba más tiempo al alcohol que al estudio, y que en su gran mayoría, todos los participantes a las charlas con Zuleta, estaban en tratamiento psicoanalítico y se le daba prioridad a los problemas personales, la depresión era cultivada y, cuenta que Iván Villegas, un brillante profesor de la facultad de Minas, que era el más deprimido de todos, termino suicidándose. Éste hecho, por desgracia, fue el detonante para liquidar por completo los pocos grupos de estudio de “el capital” que todavía se reunían en aquella época.
Por la conformación de estos grupos de estudio, y por el apogeo revolucionario que se vivía en esa época en Colombia, no tardaron en calificar a estos grupos de estudio como células guerrilleras urbanas, que colaboraban con el ELN, luego, vinieron amenazas sobre su vida, cuando trabajaba como docente en la Universidad del Valle, a las cuales no les presto la debida atención y solo por insistencia de sus amigos tomo las medidas necesarias para proteger su vida, viviendo en una casa de campo completamente aislado, cuenta Marco Aurelio en sus “Recuerdo de Estanislao Zuleta y otros relatos”
Estanislao Zuleta, a diferencia de los pensadores modernos y los filósofos contemporáneos, no transmitió su conocimiento por medios escritos sino orales, al mejor estilo de SOCRATES y su método de la mayéutica, por lo que ha sido imperiosa la necesidad de recopilar todo el material magnetofónico y fílmico de este pensador, para luego desgravarlo y escribirlo en obras que ya se han publicado; entre las más reconocidas, se encuentra “Thomas Mann, la montaña mágica y la llanura prosaica”, “Conversaciones con Estanislao Zuleta” “El quijote, un nuevo sentido de la aventura” “La propiedad, el matrimonio y la muerte en Tolstoi” “Tres Rescates, Sartre, De Greiff, El erotismo” “comentarios a así hablaba Zaratustra” “Elogio de la dificultad y otros ensayos” “Arte y filosofía” “estudios sobre la psicosis” “Colombia: violencia, democracia y derechos humanos” en fin, una gran cantidad de material escrito que ha surgido gracias a las enriquecedoras charlas y conferencias que este maestro de la conversación tuvo en su corta vida, y que seguramente de haberse dado cuenta de todo el material que ha surgido por su palabra, se abría asombrado.
Sobre Zuleta y el alcohol, solo podría resaltar el hecho de que según quienes lo conocieron, la capacidad argumentativa y reflexiva aumentaba en estos estados alterados de conciencia, lo que hacía más impresionante y apasionante sus conferencias, charlas o discusiones.
Finalmente Estanislao Zuleta muere en un apartamento en Cali, solo.
Como causa de muerte, se dice que fue del corazón, pero el médico, “José Malaver” que dictamino el fallecimiento, dijo que solo era un pretexto formal, ya que en realidad, Estanislao Zuleta, como León de Greiff, o como Malcolm Lowry, habían decidido morir, cuando ya no era posible amar…..
Estanislao Zuleta murió de amor.
De su funeral, cuentan que no hubo ceremonia religiosa, en cambio se leyó ante su tumba el Elogio de la dificultad, y en vez de cruz en su lapida, se puso como epitafio, escrito en mármol, el fragmento del poema de hölderlin “la muerte de empédocles”
“Y abiertamente consagré mi corazón a la tierra,/ grave y doliente,/ y con frecuencia, en la noche sagrada,/ le prometí que la amaría fielmente hasta la muerte,/ sin temor,/ con toda su pesada carga de fatalidad,/ y que no despreciaría ninguno de sus enigmas. Y así me ligué a ella/ con un lazo mortal”.
Visita el siguiente link, y encontraras un vídeo sobre Estanislao Zuleta.